No sé si alguien todavía se acuerda (espero que sí) pero hace justo un mes
que se hundió la Bolsa
española. No se hundió sola, se
hundieron todas, desde Tokyo a Nueva York, desde Beijing a Frankfurt, y algunas
bastante más que la española.
Acabo de echar una mirada a varios de los índices bursátiles
alrededor del mundo, y la impresión es que más o menos todos se "olvidaron" ya
del primer hundimiento de este año, entre otras cosas, porque están en medio de
otros "hundimientos", debidos, aparentemente, a otros factores de crisis.
Un mes después del inicio de este periodo de alta volatilidad, y mientras
esta misma persiste en las bolsas de muchos países, la "teoría" dominante
parece ser la del inminente fracaso de la "burbuja" inmobiliaria estadounidense. Pero ésta es una teoría relativamente nueva (más o menos, tiene
alrededor de dos semanas) y otras teorías han sido sugeridas a lo largo de este
mes para explicar lo que estaba ocurriendo. Siendo yo un poco "cínico", mi
impresión es que no está ocurriendo casi "nada", pero es posible que me equivoque.
Ya que he decidido hacer algo que casi nunca hago, escribir sobre los
movimientos de las bolsas, mejor que intente aclarar lo que acabo de decir -
que no ha ocurrido nada, por lo menos hasta ahora - ya que muchas personas parecen
opinar que muchas cosas dramáticas ocurrieron, están ocurriendo o pueden
ocurrir.
La primera "teoría" de la temporada volátil 2007 se llamo "China": antes de
la caída de las bolsas europeas y americanas, el mercado bursátil de Shangai había
caído casi el nueve por ciento en aquel mismo día, generando una impresión
generalizada de que la economía china tenía problemas, problemas tan poco
identificados como profundos. Este supuesto generó varias formas de pánico a
las cuatro esquinas del mundo, más en EE.UU. que en la UE a decir verdad, y desde allí
las caídas de los valores bursátiles. Poco menos de un mes después, exactamente
el día 21 de marzo, varios analistas financieros notaban que "The Shanghai
composite index rose 25.19 points Wednesday, to 3,057.38, a record. The
Shenzhen component index reached 8,400.30, also close to a record." China, antes que todos, y los demás países
poco después, parecían haberse olvidado del desastre chino. ¿Fue miedo
justificado? ¿Llegará pronto el desastre chino?
La segunda pregunta no sé contestarla, pero me atrevo a contestar la
primera: no, el gran miedo de China no tenía justificación porque, parece, ya
nos hemos olvidado de que la economía china hace poco más de un mes estaba
entrando en una recesión profunda. Volvemos a la segunda pregunta: ¿llegará
pronto el gran fracaso de la economía de China? Nada es cierto en estos
asuntos, pero lo dudo, por lo menos de manera generalizada y catastrófica, dudo
que la economía china pare de crecer en los próximos meses, o incluso años.
Muchas de las empresas cotizadas en la bolsa de Shanghai son casi, por cierto, apuestas
de alto riesgo: esto quiere decir que algunas fracasarán y otras crecerán
enriqueciendo a sus dueños e inversores. Cuáles acabarán bien y cuáles mal, no
tengo ni idea: si lo supiera sería mucho más rico de lo pobre que soy. Lo mismo
podría decir, y digo, de las empresas cotizadas en las bolsas de Madrid, Paris,
Milán, Nueva York, etcétera. Las de China son, para alguien muy "atlántico-céntrico"
como soy yo, misterios aún más misteriosos que las de Madrid o Nueva York, ya
que no sé leer el idioma chino y, como la mayoría de los inversores de EE.UU. y
Europa, desconozco lo que hacen, cómo
llevan sus cuentas y cómo están administradas. Pero, en el promedio, que es lo
que cuenta, los índices de aquellos mercados no me parecen ni más ni menos arriesgados
que los índices europeos o americanos.
Mi análisis económico es muy sencillo: China ha descubierto los mercados,
el crecimiento económico y el bienestar que éste conlleva. Todo esto le gusta
mucho. Unos cuantos viajes a China a lo largo de la ultima década, además de
una lectura muy "common sense" de los datos publicados, sugieren que a China le
faltan todavía años de gran crecimiento, posiblemente otras dos décadas o aún más.
El crecimiento se realizará, con altibajos por cierto, pero se realizará, ya
que el rumbo capitalista del país no va a pararse y la demanda de bienestar que
viene desde los 800 millones de chinos que todavía viven en una pobreza
bastante espantosa es imparable. Y los 500 millones que han empezado a vivir
decentemente parecen encantados de seguir mejorando. Así que me parece una muy
buena idea invertir en el índice de la bolsa de Shanghai, olvidarse de sus
oscilaciones diarias o hasta mensuales, y hacer planes para dejar a nuestros
hijos los beneficios de esta decisión.
Más o menos en los mismos días en los que algunos analistas hablaban de la
crisis de China, otros analistas apuntaban a un discurso, pronunciado en una
ocasión que no recuerdo, de Alan Greenspan. El supuesto "dios" de los mercados
monetarios mundiales había mencionado la posibilidad de una recesión en EE.UU. y
recomendado mucho cuidado con las inversiones bursátiles. Entre economistas académicos
hay una antigua broma, atribuida a Paul Samuelson "circa 1975", según la cual los
mercados bursátiles habían correctamente previsto nueve de las últimas cinco
recesiones. Treinta años después, me da la impresión de que los stock markets
(y sus gurús) han conseguido prever casi treinta de las últimas nueve- tantas
han sido las recesiones, en EE.UU., desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta
hoy. Ha pasado un mes, y la recesión todavía no ha venido, pero esto no quiere
decir nada: podéis estar seguros de que, tarde o temprano, llegará.
La economía estadounidense crece, desde hace casi seis años, sin interrupción.
Ya que, en el promedio y también desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los
periodos de crecimiento de duración superior a los seis años han sido tres,
sobre un total de diez expansiones, parece razonable esperarse que esta expansión,
también, no durará muchos años más. Por el otro lado, la economía española
crece a tasas superiores al 2% anual desde el pre-histórico 1995, así que: ¿quién
sabe?. Si la recesión llega en seis meses, ¿tomaremos este hecho como otra confirmación
de los grandes poderes de previsión del señor Greenspan?. ¿Y si llega en un año?
¿En dos?. ¿O decidiremos, al contrario, que los mercados financieros son irracionales
y animados simplemente por lo sentimientos descontrolados de inversores arriesgados
por un lado y poco atentos a los fundamentales por el otro? Dicho de otra
manera, ¿acabaremos concluyendo una vez más que tenía razón el señor J.M. Keynes
- el peor de los peores entre los veinte economistas más famosos del siglo XX -
y que los mercados financieros no son nada más que un "beauty context"?
Ambas conclusiones me parecen muy arriesgadas, mejor dicho: muy equivocadas.
¿Se debieron las caídas de hace un mes a un momento de hipocondría de los
inversores? ¿O fueron una señal de alarma sobre la recesión que viene, y que no
hemos querido escuchar solamente porque somos unos irracionales descontrolados?
Ni la una ni la otra, como intentaré argumentar al final. Antes del final,
pasamos a las oscilaciones de los últimos diez días.
La teoría mas reciente, que acabo de leer explicada en todos sus detalles
en tres o cuatro periódicos de distintos países y entre ellos España, es que la
nueva fuente de la crisis se llama "subprime", es decir, los bonos que están
detrás (y financian) la deuda con hipotecas inmobiliarias de hogares no
particularmente ricos o, simplemente, de hogares con malos historiales
crediticios. Efectivamente, el porcentaje de impagos de este tipo de deuda creció
unos cuantos puntos hace unos meses y se encuentra desde el último trimestre de
2006 en valores cercanos al 10% (los porcentajes exactos dependen de las
distintas muestras que se adopten). En correspondencia con la recesión anterior,
"The weighted average default rate on the riskier loans rose to 10.1 percent in
November 2001 from about 7 percent in early 2000", escribía Bloomberg
News al principio de 2002. La analogía
es evidente, pero las implicaciones no son obvias. En primer lugar, porque no
se ven otras señales de recesión. En segundo lugar, porque los créditos
financiados con "subprime instruments" son alrededor del 14% del total, tienden
a ser mas pequeños que la media, y la frecuencia de los impagos en las otras hipotecas
permanece estable alrededor del 4.5%. En tercer lugar, porque no hay
absolutamente ninguna evidencia de que el sistema crediticio de EE.UU. esté sobre-expuesto
a este tipo de créditos. Al revés, goza de gran salud y los beneficios de los
bancos están todos a niveles de record.
Una vez más: algunos negocios van bien, otros van menos bien y algunos van
mal. Lo que no parece tener en absoluto ningún sentido es el miedo de la crisis
sistémica la cual, solamente, justificaría
caídas desastrosas de todos los títulos de bolsa, la recesión profunda, y todos
los desastres que se vaticinan cada dos por tres en los periódicos.
Y aquí llego a mi moraleja: cada uno de los "malos fundamentales"
mencionados en estas teorías son verdaderos. Algunas empresas chinas quiebran,
y a veces la tasa de crecimiento de aquella economía disminuye. El crecimiento
de EE.UU. no va a durar para siempre, llegará una recesión que, como todas las
recesiones, durará entre 6 y 10 meses, y después la economía estadounidense se
recuperará y volverá a crecer. Lo mismo va a ocurrir, por cierto, en España, en
el Reino Unido, etcétera. El sector inmobiliario de EE.UU. se ha parado, los
precios bajarán dos, tres o hasta cinco puntos porcentuales, y después volverán
a crecer porque hay más gente que viviendas y, subiendo la riqueza, sube la
demanda de viviendas. Lo mismo vale para España, y los demás países. Lo que no
va a ocurrir es la crisis sistémica.
Cada uno de estos hechos justifica fluctuaciones, incluso fluctuaciones
amplias, de algunos índices bursátiles, en particular de los de las empresas
relacionadas con los sectores directamente afectados. Pero no justifican los pánicos
que parecen aparecer, y desaparecer, cada dos semanas. ¿Qué determina estos pánicos?.
En mi opinión, los determina que demasiados operadores financieros y, en
particular, demasiados periodistas y comentaristas económicos se han educado
sobre la muy equivocada literatura de "systemic risk", y parecen haberse olvidado
(o nunca haber aprendido) la teoría económica y los hechos históricos.
Existe, desafortunadamente, una miríada de libros y artículos que hablan de
crisis sistémica como si fuera algo que puede ocurrir cada dos por tres. Estas
"teorías" del riesgo sistémico no tienen ninguna fundamentación lógica, ni existen
modelos mínimamente realistas que lleguen a tales prediciones. La mayoría de
los que escriben de riesgo sistémico son charlatanes, y los pocos que no lo son
están profundamente equivocados y son absolutamente incapaces de convencer a la
mayoría de los investigadores de prestigio de la bondad de sus teorías. Esto es
porque son teorías incoherentes, con ningún fundamento empírico: su único
fundamento consiste en una mezcla de prejuicios paleo-marxistas sobre la "caída
del capitalismo" y las "crisis del capital financiero internacional", mezcladas
con afirmaciones obscuras e incoherentes del señor J.M. Keynes y de sus secuaces
sobre la irracionalidad de los mercados financieros. Desafortunadamente para
todos nosotros, el señor JMK es considerado, incorrectamente, un gran
economista y sus confusas afirmaciones se siguen repitiendo en la prensa -
nadie que no sea un especialista académico se lee sus libros o sus ensayos, ya
que son perfectamente incoherentes además de aburridos.
Aún más desafortunadamente, el "Great Crash" bursátil de 1929 y la "Great Depression"
de 1929-39 ocurrieron, por errores de política monetaria y bancaria antes y de política
económica y fiscal después, en EE.UU, que no es solamente la más grande economía
del planeta sino que es también el país donde la mayoría de las teorías económicas
corrientes se generan, y donde el debate es mas intenso. Así que la memoria de
1929-39 en EE.UU. (junta al olvido de sus causas específicas y puntuales) se
mezcla, en el imaginario colectivo, con las fantasías marxistas sobre el
capital financiero que lleva el mundo al colapso y a la hambruna y con las
ridiculeces keynesianas sobre los espíritus animales y la irracionalidad de los
mercados. Esto genera un cóctel ideológico y pseudo-histórico bastante espantoso,
que todos tomamos cotidianamente y que la prensa económica, desafortunadamente,
alimenta. Desde este miedo generalizado por la crisis sistémica, desde el
conjunto de creencias que este miedo sostiene, viene la hiper-reactividad de
los mercados financieros y bursátiles a cualquier noticia que anuncie novedades
negativas en el sistema bancario o en el sistema económico más general.
Este miedo no es irracional, es simplemente equivocado: es el fruto de una
mala educación económica. No se elimina regulando más los mercados y
restringiendo el desarrollo de los instrumentos financieros o la movilidad
internacional de los capitales. Se elimina olvidándose de Keynes y del
paleo-marxismo, estudiando y entendiendo lo que de verdad generó el 1929-39 en
EE.UU. y reflexionando sobre la noción de "crisis sistémica", hasta enterarse de
que se trata de una pura e incoherente fantasía que nada tiene que ver con la teoría
económica ni con la realidad en la cual vivimos.
Ah, casi me olvidaba: las bolsas se habían hundido también entre el final
de abril y el principio de mayo del 2006, con una caída aún mayor en términos
porcentuales. ¿Alguien lo recuerda? Otra crisis sistémica que (des?) afortunadamente
no se realizó ...
P.S. Me causó una cierta ilusión leer en la prensa española de la semana
pasada varios elogios del "Milagro económico español" escritos con ocasión de
los 50 años del Tratado de Roma. Esto se debe a que, cuando empecé a defender
el modelo español de crecimiento e integración regional hace más de diez años,
muchos colegas me explicaron que no, que lo de España nunca habría funcionado y
que el crecimiento era solamente el efecto de los Fondos Europeos o de la economía
drogada por el ladrillo. No parece haber sido así, y once años de buen
crecimiento después, esto me alegra mucho.
Te ga desmentegado de mencionar un otra racionalizacion ex-post de la recente volatilidad bursátile: el unwinding del carry trade, ostrega! (Come vado a castellano maquerónico? :-) )
Comunque, non farei ricadere sul povero JMK la colpa degli sproloqui di taluni suoi seguaci dichiarati (non solo latino-marxisti: vedi p.es. J.K. Galbraith). Keynes non era affatto istintivamente ostile ai mercati, anzi: tra le altre cose, difese gli speculatori come importanti agenti nel meccanismo di price discovery, e fu speculatore egli stesso. Del Marxismo scrisse: "Marxian
Socialism must always remain a portent to the historians of Opinion - how
a doctrine so illogical and so dull can have exercised so powerful and
enduring an influence over the minds of men, and through them, the events
of history.". Anche la frase che gli e' attribuita sull'"irrazionalita' dei mercati" (seguita da "...longer than you remain solvent") fa riferimento alla frequente impossibilita' di effettuare arbitrage tra i prezzi di mercato e miglior stima basata sui "fundamentals": e che le bolle speculative esistano per tempi anche piuttosto lunghi mi pare incontestabile (so di un tizio che perse 100,000 dollari short-selling Netscape troppo presto di qualche anno... Non so se divento' insolvente per questo, ma mi pare una buona conferma anedottica di quella frase).
Te ghe razon, porca l'oca, el carry trade sul yen ... me go desmentega ... e ce l'avevo in mente, lo giuro, poi tra una belinata e l'altra, quello s'è sfilato!
Vedo che anche tu appartieni al gruppo (di cui faccio parte) di coloro che parlano spagnolo aggiungendo le "s" finali al veneziano ... la cosa divertente e' che FUNZIONA!
JMK non era ostile al mercato, ed ovviamente non amava Marx: mica era scemo JMK! Hai presente dove e come viveva? JMK era solo un membro opportunista dell'elite inglese del tempo, che sapeva incantare chiunque con le sue chiacchere e sapeva prendere sempre l'angolo che gli conveniva per restare a galla. Il contrario di uno scienziato, insomma. Ha detto tutto, ed il contrario di tutto. Ed a volte e' riuscito a dire sia l'uno che l'altro nello stesso articolo ...
Nella Cambridge che dominava - il cui dipartimento di economia ha distrutto trasformandolo in un pollaio ridicolo di gente che per 50 anni ha predicato la caduta del sistema capitalistico perche' loro non riuscivano a capire un teorema di punto fisso o la nozione di "supporting hyperplane" in analisi convessa - ha anche coltivato cretinate marxistoidi perche' gli convenivano, e miti fasulli come quello del libraio Pietro Sraffa, uno che avrebbe fatto meglio a stare a Milano a lavorare per Mattioli invece di finire a fare il guru a Cambridge.
A Londra, fra i bankers, ovviamente era tutta un'altra musica. Stesso uomo, differenti abiti. I suoi scritti, comunque, sono noiosissimi e quando sono divertenti e solo perche' e' cosi' incoerente e cialtronesco che ti viene da ridere.
Sull'esistenza delle bubbles, non ci piove. Il problema e': quanti assets sono priced come una bubble ad ogni punto nel tempo? 1/1M? 1/10M? 1/1B?